Lo esencial es, inevitablemente, invisible.

viernes, 13 de enero de 2012

Not more than an easy mistake, love.

"Bésala, vamos, ¡hazlo! ¿A qué esperas?"
Siempre he creído que en las películas, tras una discusión, una mala conversación o una cagada, la solución correcta, la válvula de escape de todo problema era un beso. Pero una vez metida en situación, dolida, con sus labios en tus labios y bailando la danza hipnótica de dos lengua vivas; te das cuenta de que no, no es nada. Absolutamente nada. Sus gruesos labios despellejados y siempre felices, únicos entre un millón, no tienen el mismo efecto placentero ni reconfortador. Tan solo rosada carne blanda, carente de la capacidad de transmisión de alguna sensación. Solo carne y nada más. Y así, te das cuenta de cuán engañada estabas, de que no es beso si no se siente. De que para curar la más ínfima grieta, ni besos miles, ni extenso tiempo son suficientes. Tan solo colosales gotas de lluvia, que diluyan los pesares. Grabada sonrisa y adelante.

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