Lo esencial es, inevitablemente, invisible.

lunes, 14 de marzo de 2011


Creo que tras años de llorar por todo se me han secado los ojos. He entendido que ya mis escasas lágrimas no son suficientes para perderlas por cualquier idiota. Que lo bonito de esta vida está en amarse a uno mismo por encima de todo y estoy segura de que eso lo cumplo sin que una estúpida frase en la mano me lo recuerde constantemente. Otra cosa que aprecio de la vida es poder mirar atrás y ver las estupideces que me hacían sufrir y que ahora son ínfimas. Y recurriendo a mi gran amor propio y a ese valor que consigo sacar cuando todo me duele, aprendo a guardas esas dos lagrimas que me quedan.